Rescatando Tradiciones

En un mundo tan cambiante como el que nos desarrollamos hoy en día, no podemos decir que nos basamos en un prototipo de estilo de vida tradicionalista, sino por el contrario, muchas veces llevan su vida totalmente al contrario, buscando nuevas expectativas y rompiendo barreras para conocer que hay más allá de lo vivido durante tanto años, aquí vemos acciones de riesgo y valentía, porque en el pasado era mejor vivir como está establecido tranquilamente y evitar conflictos.
Al romper ciertos esquemas culturales descubrimos nuevas y más fáciles formas de vida, claro está bien hacerlo por un momento para descubrir y experimentar, pero por un momento.
Por ejemplo permitimos ser influenciados por la cultura norte americana con el tema de comidas rápidas, llenas de frituras y químicos que sin darnos cuenta ha ido creando mas enfermedades y debilita nuestro organismo, porque no estamos acostumbrados a eso, ya que llevamos una forma de vida distinta basada en nuestra cultura, y queremos ir contra marea. En cuanto a la manera de vestir descomplicada y hasta cierto punto bastante descubierta, y así un sin número de formas de vida que su cultura ha creado y poco a poco han ido influenciando en nuestra cultura, pero si analizamos más a fondo, dejando de lado el decir que estamos en “onda”, podemos ver que así mismo poco a poco vamos perdiendo nuestra identidad, por eso tampoco es bueno hacer de esto una forma de vida.

El conservar la cultura que hemos recibido de tradición de años es maravilloso, notamos en el transcurso de los años cómo ciertas cosas avanzan, y conservando nuestras tradiciones mantenemos el gran pretexto de reunir a la familia en épocas especiales, como por ejemplo en semana santa para compartir juntos de la exquisita fanesca, plato particularmente representado por las primicias agrícolas del libro más antiguo y respetado, la Biblia; o en época de difuntos compartir de una colada morada con guagua de pan, estas son tradiciones que han creado nuestra cultura, porque por ejemplo la fanesca solo se prepara y come acá en Ecuador, tenemos el privilegio de ser los únicos en deleitarnos con este plato. Es por esto que debemos rescatar tradiciones basados en nuestra valiosa y muchas veces poco comprendida cultura.